¿Existieron los reyes de Cataluña y la confederación CatalanoAragonesa?. Un punto interesante pare esclarecerlo es averiguar lo que pensaban los propios titulares de esa monarquía.
Muchos lectores se preocupan por un caso que, en mi opinión, no tiene remedio: Los términos que usa el nacionalismo catalán para referirse la Monarquía de la cual fueron parte poco a poco las tierras catalanas. Un cierto nacionalismo catalán no acepta los nombres de Casa de Aragón y Corona de Aragón. Al igual que cierto aragonesismo confunde la parte con el todo: el "Reino" de Aragón (un elemento de la Monarquía) con la "Corona" de Aragón (el conjunto de Estados, incluido Aragón, que tenían soberano común).
¿Por qué desde hace siglos en todo el mundo se llama Corona de Aragón a esa Monarquía y Casa de Aragón a su dinastía? Es sencillo: porque era el nombre que tenían y el que usaban los propios reyes de Aragón y sus contemporáneos. Ningún soberano de aquella Monarquía se denominó nunca "conde-rey" (como nadie llama al papa "obispo-papa") ni hubo reyes de Cataluña. El nombre que ellos e daban y todos —catalanes incluidos—les reconocían era el de reyes de Aragón, titulares de la Casa y Corona de Aragón. Cuando usaban la titulación extensa, el título condal barcelonés (no catalán) iba detrás de los regios (rey de Aragón, Valencia, Sicilia, Mallorca, etc.) por razones de etiqueta convencional. Ese título condal, empero, era de tanta importancia que el monarca lo usaba omitiendo otros de mayor rango: "rey de Aragón y conde de Barcelona", a secas.
El prestigio del título barcelonés debía a su antigüedad y a que, el tiempo, reunió a los demás condados de lo que luego fue Cataluña. Aquella Monarquía empezó en el siglo XII por la alianza entre un rey de Aragón y un conde de Barcelona cuando sus tierras no eran colindantes, pues Barcelona poseía Pallars, Ampurias. Aran o Urgel y, menos las musulmanas Lérida y Tortosa. No existía siquiera la palabra Cataluña. De ahí que el de conde de Barcelona, que se remonta al siglo IX, fuera, ayer y hoy, uno de los más preciados títulos de la Monarquía Hispánica. Cuando casaron Petronila, reina e hija del rey Ramiro II, y el conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV, este aceptó de forma expresa a su suegro como «rey, señor y padre» en los dominios de ambos. Quiere decirse —Antonio Ubieto lo estudió bien— que Ramón pasó a tenerse no solo por súbdito y vasallo de Ramiro, sino por hijo suyo. Por no existe la Casa Real de Barcelona, sino la de Aragón.
Son motivos dé peso, pero hay más. Los propios titulares de la soberanía (reyes de Aragón y condes de Barcelona) hablaron siempre de la Casa de Aragón o Casa Real de Aragón y nunca de una Corona o "confederación catalanoaragonesa" —un grave anacronismo para aludir a tiempos feudales: para ellos, "confederación" era el tratado con un Estado extranjero— ni de Corona Catalana, como leo en un reciente folleto turístico de Santes Creus, sino de Corona de Aragón.
En el siglo XIV el rey más puntilloso con estos usos, llamado por eso el Ceremonioso, escribió en catalán una crónica en donde reitera con gran abundancia las menciones a la "Casa d"Aragó" y a la "Corona d"Aragó " en la que incluye a Cataluña y al «Regne de València» en cuanto a su propia Casa, la denomina, con justeza, de Aragón y la pone en parangón con la de Castilla: «Pensant que la Casa de Castella seria unida de gran amor a la Casa d"Aragó». Cuando recobró el reino feudatario de Mallorca, incorporó «lo dit regne —son sus palabras— a la nostra Corona Reial d"Aragó». Y así lo demás.
Pedro IV muy atento a la majestad del «senyor rei de Aragón», se negó a jurar los fueros catalanes en Barcelona sin coronarse antes rey de Aragón en Zaragoza y dirigió una «fort gran reprensió» a quienes se lo pidieron, hasta el punto de que hubieron de ir a Zaragoza delegados de Barcelona, Lérida, Gerona y otros lugares catalanes a pedirle perdón: «E ens suplicaren que els perdonàssem», lo que Pedro gallardamente hizo.
Lo dicho quizá baste para mostrar cómo llamaban los reyes de Aragón y condes de Barcelona a su Casa y Corona, es de suponer que con algún fundamento. Así lo sigue haciendo casi todo el mundo. Cataluña no fue reino, pero los catalanes tenían rey: el de Aragón, según se llamaba él y lo llamaban los demás. Otra cosa es que alguno expertos en reescribir el pasado no consideren relevantes tales cosas. No será por culpa de los reyes de Aragón. Ni por la nuestra.
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Joaquin Medina Serrano
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